TEXTURA ANCESTRAL, la resistencia de un pueblo originario. “Para nosotros la madre tierra es fundamental porque nos da de comer, nos ha parido, de ella hemos brotado y al final del día es nuestro punto de llegada”- E. F. A. Cuando se nace en un pueblo originario, lleno de personas aguerridas que luchamos por el territorio que poco a poco se pierde, no se puede evitar crear desde la niñez un estrecho
vínculo con la Tierra. En el presente, nos vemos amenazados por la urbanización, y sus
maneras ilegítimas de conseguir y aprovechar de los recursos naturales que aún conservamos.
En ésta serie invito a la reflexión de los más jóvenes en mi familia que aún conservan apellidos/nombres en náhuatl, que aún habitamos en San Bernardino
Tlaxcalancingo, San Andrés Cholula, Puebla; llevamos la textura ancestral, no solo en la sangre, pero en los apellidos Náhuatl.
“Los apellidos nahuas representan significados relacionados con la tierra, situaciones geográficas, familiares e históricas, porque la lengua náhuatl es milenaria, tiene antecedente desde el siglo siete después de Cristo, su origen se vio trastornado en la
Época de la Colonia, cuando la Iglesia en el acto del bautizo intentó desaparecer sus nominaciones.”- Cuauhtémoc Xicoténcatl Los apellidos nahuas siguen siendo muy presentes, el valle de Puebla cuenta con la población más grande de apellidos originarios.
El proyecto devela una serie de retratos de mis familiares, con técnica en doble exposición
desde cámara, evocando un palimpsesto visual donde las generaciones más jóvenes, siguen siendo parte del territorio, mismo que nos corresponde como descendientes de generaciones pasadas que trabajaron estas tierras y que han resistido a la continua transformación.
Sin embargo, después de todos los años de resistencia se hace notorio el continuo avance de la ciudad, que devora poco a poco el territorio originario.